Los hombres también puede ejercitar su suelo pélvico. Si, así es, a pesar de que la sociedad es tendente a pensar que sólo las mujeres pueden realizar ejercicios para fortalecer su suelo pélvico, los hombres también pueden y deben. Los médicos aseguran que fortalecer esta parte de la anatomía masculina puede mejorar la calidad de vida y las relaciones sexuales.
Hoy te vamos a contar cómo debes fortalecer tu suelo pélvico y, lo más importante, para qué sirve hacerlo. Si tú también quieres saber todo esto y más, sigue leyendo el artículo, nosotros te lo contamos todo.
¿Para qué sirve fortalecer el suelo pélvico?
Seguro que has escuchado que las mujeres pueden fortalecer su suelo pélvico, y que esto beneficia enormemente su salud y sus relaciones sexuales, pero seguro que no habías oído hablar de que los hombres también pueden hacerlo y que sus beneficios se asemejan mucho.
En los hombres estos ejercicios se recomiendan antes de someterse a un tratamiento por alguna patología pélvica como próstata, recto o colon. Pero también, se aconseja que el hombre fortalezca su suelo pélvico a través de unos ejercicios para controlar la erección y/o eyaculación. En el caso de que tras someterse a una operación prostática sintiera incontinencia urinaria, lo mejor es fomentar la correcta musculatura del suelo pélvico masculino.
En cuanto a sus beneficios respecto a las relaciones sexuales, cabría decir que ejercitar el suelo pélvico ayuda a mejorar la salud sexual, sin embargo, los expertos señalan que no se puede concluir que el tratamiento de las disfunciones sexuales ya establecidas sea la misma rehabilitación del suelo pélvico. Se piensa que entrenando el suelo pélvico también se involucran músculos que están presentes durante la eyaculación y erección, por tanto, ejercitar el suelo pélvico siempre será una buena opción.
Es un error pensar que el suelo pélvico masculino es mucho más fuerte que el de las mujeres, simplemente son diferentes, pero no tiene por que ser más consistente. Esto también va a depender de las características de la persona. Por ejemplo, una persona con sobrepeso u obesidad que, además, es de mediana edad y suele padecer de estreñimiento, tendrá más posibilidades de tener un suelo pélvico debilitado.
Entrenamiento eficaz para fortalecer el suelo pélvico
Los ejercicios más conocidos para fortalecer el suelo pélvico en los hombres, son los llamados ejercicios de Kegel. Este tipo de actividad se basa en aprender a realizar contracciones con la musculatura del suelo pélvico. Son bastante sencillos, pero antes de ponerlos en práctica, si el suelo pélvico está muy debilitado, se debería consultar con un fisioterapeuta que personalice el tipo de contracciones a realizar en función de las capacidades y características de cada persona, así como de su patología.
Para ejercitar la musculatura del suelo pélvico, existen dos vías principales; por un lado, nos encontraríamos con las contracciones que se pueden hacer en la zona del esfínter uretral, estas sirven por ejemplo para aquellos pacientes que tengan incontinencia urinaria. Por otro lado, también encontramos las contracciones que se pueden realizar con la zona anal. También existen ejercicios en el que se incluyen el ejercicio de ambos tipos de contracciones.
Cuando se realiza las contracciones, el hombre tiene que sentir una especie de oclusión y elevación de estas estructuras hasta el interior de la pelvis. Los expertos aconsejan realizar dos o tres series al día de aproximadamente 10 contracciones, estas se deben mantener entre 5 y 10 segundos.
Una buena serie comenzaría por contraer y elevar los músculos del suelo pélvico, focalizando toda la atención en la uretra y el ano. Intenta mantener esa contracción mientras respiras lentamente al menos 8 segundos. A continuación, relaja y siente como desciende la musculatura volviendo a la posición de relajación. Toma un pequeño descanso entre contracción y contracción.
Utiliza el sentido común, los ejercicios de Kegel son parecidos a los ejercicios de musculatura que puedes realizar en el gimnasio, es decir, hay que hacer un número de repeticiones con las que te sientas cómodo y no fuerces mucho en las primeras semanas. Se trata de ir aumentando el tiempo y el número de contracciones poco a poco. Recuerda que, como en casi todos los ejercicios, la calidad prevalece a la cantidad. Es mejor hacer pocas contracciones y bien, que muchas y mal.
Al principio es mejor que comiences realizando las contracciones tumbado, te será más fácil. Ya que al estar tumbado disminuye el efecto gravedad sobre tu suelo pélvico. A medida que vayas avanzando en el entrenamiento, puedes probar otras posturas como hacerlo sentado o de pie, tratando de alcanzar el mismo grado de fuerza y control que cuando estabas tumbado.
No te agobies si al principio no puedes realizar los ejercicios de Kegel tal y como pensabas, es normal, sólo es cuestión de práctica y mucha paciencia. Estos ejercicios al ser tan sencillos podrás realizarlo en cualquier momento, así que ya sabes, a entrenar se ha dicho.