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5 evidencias de que estás sufriendo acoso sexual en el trabajo

5 evidencias de que estás sufriendo acoso sexual en el trabajo
Bea R
Última actualización: 6 Octubre 2016
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No siempre es fácil de identificar al acoso sexual en el ámbito profesional y, aunque sea muy evidente, en ocasiones la víctima prefiere no denunciar.

Por derecho propio, cada una de las personas que viven dentro de la sociedad y que, por tanto, forman parte de ella tienen la capacidad de decidir por sí mismas y de denunciar cualquier acto que las obligue a actuar en contra de su voluntad. El acoso es una situación en la que un individuo insiste, hostiga y molesta a otra persona, en este caso la persona acosada, en un determinado ámbito de la vida.

Existen muchos tipos de acoso, conociéndose entre ellos el acoso escolar, físico, laboral, sexual o psicológico. El objetivo que mueve a una persona acosadora es su propio beneficio, atentar contra la integridad de la persona a la que acosa y generar una relación entre ambos que resulte intimidatoria y/o ofensiva para el afectado.

Puede afirmarse que son muchas las mujeres que actualmente sufren acoso laboralPuede afirmarse que son muchas las mujeres que actualmente sufren acoso laboral

De media, actualmente puede afirmarse que son muchas las mujeres que actualmente sufren algún tipo de acoso. Del que se va a hablar a continuación es del acoso sexual que muchas mujeres e incluso hombres, porque el género masculino también es víctima, sufren en el ámbito laboral. Humillaciones y chantajes son la tónica de los acosadores en el trabajo.

¿Qué es el acoso sexual y cómo identificarlo?

El acoso sexual es un comportamiento de agresión e intimidación en el que el centro y objeto de los actos condenables es el sexo. Para identificar cualquier conducta reprochable que pueda hacer evidente el acoso sexual en el trabajo existen varios elementos que dan poco margen de error. Por ejemplo, siempre que un determinado comportamiento que gire en torno al sexo afecte a la dignidad de la persona acosada y este resulte ofensivo, no deseado e irracional, es acoso sexual.

El acoso sexual es un comportamiento de agresión e intimidaciónEl acoso sexual es un comportamiento de agresión e intimidación

El acoso sexual por parte del acosador acaba por convertirse en un ansia de demostrar su poder ante la víctima. Sentirse excitado ante esta práctica es también otro acto que mueve al acosador a perseguir y molestar a la otra persona. Puede haber un acoso de diferentes niveles en el que los ataques sean físicos como manoseos, roces, miradas lascivas o agresiones físicas; y verbales como insinuaciones y/o comentarios sexuales.

Situaciones de acoso sexual en el trabajo

El/la acosadora sexual dentro del ámbito laboral busca su propio beneficio y sacar a relucir una relación intimidatoria con la otra persona. Aunque nunca exista una agresión sexual, cualquier conducta que lleve a una persona acosada a sentirse incómoda, esta ya implica acoso sexual y es denunciable. Sean físicos, verbales o no verbales, los ataques deben ser notificados.

Después de sufrir acoso sexual, las consecuencias que existen no sólo se ciñen a la dignidad sexual de la víctima sino que, al darse en un ambiente de trabajo, esto también acaba repercutiendo en su desempeño profesional. La probabilidad de usar el chantaje o la intimidación en este tipo de casos es muy alta. Existen varias situaciones concretas en las que es innegable un tipo de acoso y ante las cuales es necesario actuar:

1. Quien es acosado, al sufrir un tipo de acoso sexual, se siente incómodo en el trabajo. El desempeño de su labor como profesional se ve mermado pues prefiere estar alerta ante cualquier posible agresión y esto lleva a no concentrarse en sus tareas. El descontento de sus jefes o el despido son opciones que no se alejan mucho de las consecuencias finales de sufrir acoso sexual en el ámbito laboral.

Quien es acosado, al sufrir un tipo de acoso sexual, se siente incómodo en el trabajoQuien es acosado, al sufrir un tipo de acoso sexual, se siente incómodo en el trabajo

2. Las relaciones sociales se debilitan con los compañeros. Un individuo que es acosado en su lugar de trabajo evitará por todos los medios pasar más tiempo de lo necesario en donde desempeñe su profesión. Huir de su acosador o acosadora será un acto reflejo que se notará en las reuniones o cenas de empresa y que repercutirá en la estabilidad y comodidad de la víctima mientras esté trabajando.

3. Si el comportamiento y ambiente del presunto acosador es intimidatorio y tenso y a la mínima oportunidad que se presente, este primero siente la necesidad de sentirse poderoso y superior sobre el otro, es acoso. Cuando esta situación toca el terreno sexual, entonces no cabe ninguna duda de que es acoso sexual. Cualquier palabra, gesto o acto que denote humillación, se tiene todo el derecho de denunciarlo.

4. El acoso sexual puede proceder de cualquier individuo. Por norma general, se tiende a pensar que la figura del acosador y/o acosadora corresponde a alguien con un cargo más alto pero nada más lejos de la realidad. El acoso y las insinuaciones cuyo objetivo es el sexo pueden venir de cualquier compañero de trabajo e incluso de un cliente con el que nunca antes se haya tenido contacto. El cómo y el dónde es lo único que determina el acoso sexual laboral.

El comportamiento y ambiente del presunto acosador es intimidatorio y tensoEl comportamiento y ambiente del presunto acosador es intimidatorio y tenso

5. Si una persona está siendo acosada, algo normal es que sienta una profunda culpabilidad. Las víctimas de los acosadores tienden a pensar que la culpa de esa situación es suya, repudian el sexo y por esto mismo evitan quejarse o denunciar. La culpa o el desprecio hacia uno mismo en este tipo de casos son otra evidencia de que el acoso es real.

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