La gran mayoría de las fantasías sexuales que tenemos están vinculadas a espacios que nos son de lo más familiares y que al mismo tiempo son aquellos en que es fácil que nos descubran in fraganti. Precisamente debido a ello es que tienen ese punto de excitante que tanto nos atrae, pero al mismo tiempo nos da miedo convertirlas en realidad.
Uno de los lugares más repetidos en las fantasías sexuales de cualquier persona es el trabajo. Ahí entran varios factores, como puede ser el hecho de que es un entorno serio, profesional y tener sexo en el rompe esa rotundidad. Otro es que el objeto de deseo puede ser uno de los compañeros de oficina.
En contra de lo que pudiera parecer por lo que vemos en las películas a la hora de cumplir una de estas fantasías en espacios en que podemos ser descubiertos lo mejor no es dejarse llevar e improvisar en cualquier momento. De hacerlo puede que no salga como creíamos y el placer esperado no será tal.
Para evitar que nos pillen mientras practicamos sexo en la oficina lo mejor es tener cierta previsión y no dejar todos los detalles al azar. Por ello hemos recopilado algunos aspectos que te vendrán bien tener en cuenta para convertir en realidad tu fantasía de tener sexo en el trabajo.
Estudia el entorno
Es imprescindible conocer el espacio en que te mueves cuando vas a tener sexo y corres el riesgo de que te descubran. Aquí la cosa depende de cada oficina en cuestión, ya que si tienes un despacho propio hay más facilidad -basta cerrar la puerta- pero si trabajas en un cubículo es más complicado.
Si compartes espacio con más compañeros de trabajo piensa en sitios alternativos pero que se encuentren dentro de la oficina y donde podáis tener algo más de intimidad. La sala de la fotocopiadora o los servicios son un clásico y donde las posibilidades de que os pillen son altas. Y no hay que olvidar el ascensor, que siempre es un recurso válido y apto para los más rápidos.
Si en tu trabajo hay otros espacios como el cuarto de la limpieza o salas de reuniones también pueden ser un lugar en que llevar a cabo tu fantasía. Lo que has de tener en cuenta es cerrar las cortinas para que no puedan veros desde el exterior o cerrar la puerta con pestillo -o bloquearla- para que no os pillen en ese momento.
La discreción es clave para tener sexo en la oficina. Se requiere de complicidad con tu compañero pero también de rapidez y de tratar de ser lo más silenciosos posibles. Por mucho que busquéis un lugar apartado de la oficina si tardáis mucho tiempo en volver o gemís en voz alta no será muy difícil que los demás descubran qué os traéis entre manos.
Cuándo tener sexo en la oficina
El sexo en la oficina se caracteriza por ser rápido pero aún así es importante prever cuándo tenerlo. Son dos aspectos los que has de tener en cuenta: hacerlo en horario laboral, cuando hay compañeros alrededor, o una vez ha finalizado la jornada.
En el primero de los casos es cuando habréis de extremar al máximo el cuidado para que no os descubran en ese momento de placer. Nada de preliminares -suficiente excitación es la posibilidad de ser descubiertos- ni quitarse la ropa, solo lo justo.
Si el sexo llega cuando no hay nadie más en la oficina os relajaréis con más facilidad, pero nunca estaréis libres de ser pillados. Cualquier compañero que vuelva a la oficina a por algo, personal de limpieza y no os olvidéis de las cámaras de seguridad que hay instaladas en algunas empresas que pueden grabar vuestro encuentro con todo lujo de detalles.
Con quién hacerlo
Tener la fantasía de tener sexo en la oficina no quiere decir que tengas que tener por compañero de aventura a uno del trabajo. Puede darse la circunstancia de que un compañero sea el origen de la fantasía, lo que facilita mucho las cosas.
Bastará elegir un momento que a los dos os venga bien, que podáis escaquearos de miradas ajenas o simplemente esperar a que los demás se vayan para dar rienda suelta a vuestra pasión con la oficina vacía. ¿Hay mejor forma de relajarte tras un día duro de trabajo?
El hecho de que tengas por pareja sexual a un compañero de oficina tiene sus cosas buenas: podéis repetir cuantas veces queráis. Y también malas: que el sexo no haya sido satisfactorio o uno de lo dos no quiera repetir y sigáis viéndoos todos los días en la oficina.
Si tu compañero de fantasía no trabaja ahí probablemente lo más práctico es que te vaya a buscar al acabar la jornada. Puede ser incluso algo improvisado, u n momento de placer sin presión por otros quehaceres o por lo que os espera en casa.
Posturas más recomendadas
Una oficina no es precisamente el lugar más cómodo para practicar sexo, así que habréis de poner de vuestra parte. Eso también ayuda a que no os demoréis y sea algo realmente rápido, lo justo para un calentón. Lo más fácil de practicar es sexo oral y una simple mesa puede daros la privacidad que necesitáis. Este mueble también puede servir de base para la penetración, ya sea echados o sentados. Pero si no contáis con una mesa cerca una superficie vertical también sirve. La pared, la propia puerta o un archivador os darán la estabilidad necesaria.
¿Si os pillan?
Puede que vuestra fantasía en la oficina resulte de lo más satisfactoria y nadie se entere de que lo habéis hecho, pero y, ¿si os pillan? Lo más maduro es asumirlo. Por lo general habrá pruebas de tales acusaciones. Os pillarán in fraganti o puede que haya grabaciones de las cámaras de seguridad.
No inventéis disculpas, asumidlo como personas adultas que sois y comprometeros a no volver a hacerlo. Probablemente la cosa no vaya a más de la vergüenza que podréis pasar en los siguientes días, pero puede que sea más serio si el asunto llega a los jefes, sobre todo si vuestra aventura tuvo lugar en horario laboral.
Puede llegar a ser motivo de despido así que en ese caso consulta con los representantes sindicales a ver qué se puede hacer. Si está justificado asúmelo con madurez. Y si no os descubren disfruta del placer de tu fantasía sexual en la oficina.