El sentimiento de odio es relativo dependiendo de cada persona, pero cuando se siente la traición por parte de alguien en quien confiábamos... es posible que la rabia y la ira se apodere de nosotros. Hay personas que pueden sentir esta rabia durante años e incluso décadas por miedo a dejar marchar esa ira. Hay personas que se resisten a seguir hacia adelante en su vida porque no están listos a desprenderse de todo el sufrimiento que le ha causado la persona a la que querían. Es normal que no quieras ni ver a tu expareja si esta te ha traicionado, pero, ¿realmente es necesario permitir que ese sentimiento de odio inunde toda una vida?
El dolor como refugio
Hay quienes utilizan el dolor y el sufrimiento como un refugio para poder victimizar sus sentimientos y culpar de ello a la otra persona. Pero es necesario saber que permanecer enfadado/a demasiado tiempo puede hacer que nazca un sentimiento de venganza en el interior pensando que esa persona que nos ha hecho mucho daño merece pagar por ello. Este pensamiento debe erradicarse de la mente, la venganza no va a ayudar a nadie a sentirse mejor con sus propios sentimientos y se centra en hacer daño al otro, no en ayudarnos a sentirnos mejor con nosotros mismos.
Para avanzar en la vida es necesario perdonar a esa persona o al menos, a ti mismo/a, dejar que se marche de la mente y sobre todo, intentar que las acciones que tuvieron lugar en el pasado se queden allí y no afecten a día de hoy. Sobre todo teniendo en cuenta que sobre esas acciones no se pudo hacer nada al respecto y, estando en el pasado, tampoco se puede hacer nada al respecto a día de hoy. Por ejemplo, si tu ex se fue con otra persona, es porque realmente no te amaba como te mereces, por lo que en realidad, te hizo un favor. Se machó de tu vida y así podrás encontrar a quien realmente te ame cómo mereces (siendo tú la persona que más deba quererte ).
Rabia y envidia
También es posible que quieras aferrarte a tu rabia justificando que tú has sufrido más que esa persona y que encima, la otra persona ahora es feliz y tú no, y tal vez sea cierto pero, tu máxima preocupación debes ser tú y tu felicidad, siendo ajeno a la felicidad o a la situación de personas que no te hicieron bien en el pasado. La felicidad no se podrá alcanzar si se gasta toda la energía en sentimientos negativos en contra de una persona de tu pasado que no merece ningún tipo de pensamiento, ya que está fuera de tu vida. Además, la rabia y la envidia solo enquistarán tu corazón y lo que es peor, no te dejará ver la luz al final del túnel y querer encontrar el amor de nuevo.
Lo que más hay que entender es que esa persona nada tiene que ver contigo ahora mismo y tu felicidad no depende ni de esa persona ni de otra, solo de ti. Depende de ti mismo/a y de cómo quieras avanzar en tu vida, lo mejor es dejar a las personas de tu pasado atrás y no dedicarles ni un minuto de tu tiempo o sentimientos, y más tras sufrir una ruptura dolorosa.
Miedo a dejar marchar esa ira
Otras personas pueden tener miedo a dejar marchar la ira por miedo a lo que pueda sentir, como aceptar las emociones que realmente se están sintiendo. Si se siente ira contra una persona es más sencillo ocultar un sentimiento de soledad o tristeza porque esa persona se haya ido al enfocar todos los sentimientos en su contra. Además, la ira y el odio te mantiene de un modo u otro conectado/a con esa persona que te ha hizo daño pero a la que querías, cuando la mejor decisión es cortar toda conexión con una persona que ya no se encuentra en tu vida. El odio es la forma más intensa de fijar la atención hacia una persona, igual que ocurre con el amor.
La rabia y la envidia hacia una persona tienen una gran intensidad emocional que te mantiene cerca de la otra persona, por eso muchas parejas que están divorciadas legalmente, en realidad no lo están emocionalmente. Si cuando piensas en una persona aún sientes algo en el estómago, es porque emocionalmente aún estás unido a ella, y es lo normal habiendo compartido tanto con esa otra persona.
Dejar de odiar puede hacer que sientas ansiedad
Dejar machar a una persona de tu vida, dejar de odiarle y permitir sentirte libre puede provocarte gran ansiedad y requiere mucho valor. Cuando te desprendes del odio, de la ira y del sufrimiento (aunque esto no incluye necesariamente perdonar a la otra persona), podrás comenzar a sentir alegría en la vida. Aunque puedas sentir nostalgia de vez en cuando, podrás seguir caminando hacia adelante, porque con cada paso que des dejando tu odio a un lado, estarás haciendo un mejor camino hacia ti.
Reflexiona sobre lo que sientes
Es posible que sientas que no tienes el control sobre esos sentimientos, y en ocasiones puede que sea así. Pero es importante que seas consciente de lo que realmente sientes para poder poner freno antes de que las emociones negativas se apoderen de ti, de tus pensamientos e incluso de tus acciones. Solo conseguirás hacerte daño a ti mismo/a. Permítete un tiempo para olvidar y perdonar a la otra persona para poder centrarte en ti mismo/a y en tu felicidad.