• News
    • Celebrities
    • Realeza
    • Sociedad
    • Cine
    • Televisión
    • Música
  • Moda
    • Tendencias
    • Artículos
    • Looks
    • Diseñadores
    • Modelos & Iconos
    • Marcas
    • Complementos
    • Niños
    • Hombres
  • Belleza
    • Cara
    • Cabello
    • Cuerpo
    • Looks
    • Maquillaje
    • Tratamientos
    • Perfumes
    • Celebrities
    • Marcas
    • Hombres
  • Fit
    • Entrenamiento
    • Dietas
    • Nutrición
    • Cuerpo
    • Mente
  • Pareja
  • Padres
    • Alimentación
    • Salud
    • Psicología
    • Educación
    • Ocio
    • Calculadoras
    • Nombres
    • Canciones infantiles
    • Dibujos para colorear
    • Diccionario
  • Cocina
    • Recetas
    • Nutrición y dieta
    • Alimentos
    • Gastronomía
    • Restaurantes
  • Hogar
    • Bricolaje
    • Decoración
    • Jardinería
    • Manualidades
    • Ecología
    • Economía doméstica
  • Salud
    • Medicamentos
    • Enfermedades
    • Cáncer
    • Menopausia
    • Alergias
    • Dietética
    • Vida sana
  • Psicología
    • Terapia
    • Ansiedad
    • Depresión
    • Emociones
    • Coaching
    • Relaciones
  • Mascotas
    • Perros
    • Gatos
    • Peces
    • Pájaros
    • Roedores
    • Exóticos
  • Viajes
    • Destinos
    • Consejos
    • Vuelos
    • Hoteles
    • Guía de Japón
  • Horóscopo
    • Zodíaco
    • Horóscopo chino
    • Tarot
    • Numerología
    • Rituales
    • Test de compatibilidad
Buscar
DISCRIMINACIÓN

¿Qué es la plumofobia y por qué es tan dañina?

¿Qué es la plumofobia y por qué es tan dañina?
María Pérez García
Última actualización: 12 Mayo 2017
¡Comenta!
Los homosexuales se han caracterizado por ser unos de los mayores abanderados de la libertad. Ahora son ellos mismos los que discriminan a gente de su propio colectivo en base a criterios absurdos.

La discriminación es una de las mayores lacras de la sociedad. Durante décadas los círculos dominantes de la sociedad se han creído en una posición superior, desde la que podían machacar a todo aquel que iba en contra de la tónica dominante. Esto ha sido así, por ejemplo, en el caso de los homosexuales, quienes han sufrido, y lamentablemente aún sufren, la exclusión por el mero hecho de amar de una forma diferente a lo que dictaba la mayoría. Afortunadamente, la sociedad ha ido evolucionando hacia un modelo más abierto de miras, y se ha comprendido que es posible que cada persona tenga diferentes inclinaciones sexuales, sin ser ello algo a demonizar. La pena es que dentro de este colectivo, caracterizado por ser uno de los mayores abanderados de la libertad de ser, ha comenzado a surgir un fenómeno discriminatorio conocido como plumofobia.

Puesto que no existe una definición oficial del fenómeno vamos a intentar reconstruirla a partir de lo que dicta la Real Academia Española (RAE) de la homofobia: "Aversión hacia la homosexualidad o hacia las personas homosexuales". En este caso la plumofobia sería 'aversión hacia la pluma o hacia las personas con pluma '. No obstante, si indagamos más en el hecho podríamos realizar una definición más exacta.

Durante décadas se ha discriminado a aquellos que tienen diferentes inclinaciones sexualesDurante décadas se ha discriminado a aquellos que tienen diferentes inclinaciones sexuales

En primer lugar debemos pararnos a examinar cuál ha sido el proceso de construcción del término, observando que se ha elegido la palabra pluma. Esta, se ha asociado culturalmente con los hombres que manifiestan comportamientos que la sociedad considera femeninos. Con ello, se deja claro que el fenómeno tan solo atañe a los hombres, incurriendo en otro tipo de discriminación, pues oculta a las mujeres, que también son víctimas de ello, y si no pensemos en la cantidad de veces que se ha dicho que una mujer es una ' marimacho '. Dicho esto, para hablar del fenómeno utilizaremos la denominación de 'plumofobia', pero hay que dejar claro que la propia naturaleza de la palabra ya es discriminatoria.

Llegados al segundo punto podríamos ampliar la definición, afirmando que la plumofobia es una aversión hacia el comportamiento femenino de hombres o masculino de mujeres. Esto es culpa de los estereotipos con los que hemos convivido hasta ahora y que han construido una imagen delicada de la mujer y una ruda del hombre, obligando a las personas a adquirir este tipo de comportamientos, dependiendo del sexo con el que te haya tocado nacer. Si no, pensemos en el fenómeno metrosexual, aquel que engloba a hombres que se preocupan por su cuerpo. Tuvimos que inventar una palabra para definirles, cuidando además de que no se les confundiera con los gays. Cuántos hombres habrán contestado ante las insinuaciones de que se cuidan mucho: ¡Ojo no soy gay, soy metrosexual!. No, eres persona, y ya está, alguien libre de comportarse de la manera que quiera, libre de moverse entre los estereotipos de género, rompiendo barreras. Basta ya de etiquetas y dejemos esa tarea a los supermercados, porque nosotros no somos mercancía.

Discriminación en gays por ser gays

Afortunadamente, la concienciación sobre el fenómeno va en aumento, y hemos sabido comprender que cada persona es libre de comportarse de la manera que quiera, puesto que vive en libertad, sin dañar a nadie. Los que dañan son aquellos incapaces de comprender que las etiquetas solo son otra forma de imposición injusta, en base a unos criterios que a saber quién inventó y que no hemos sabido cuestionar hasta ahora, y que lo único que logran es perpetuar la discriminación, algo contra lo que el colectivo LGTB lleva luchando décadas. En base a esto sería coherente pensar que la plumofobia tan solo se da del sector hetero al homo, pero no es así, curiosamente, este fenómeno se da también en amplias capas del colectivo gay.

La plumofobia sigue siendo tan discriminatoria como la homofobiaLa plumofobia sigue siendo tan discriminatoria como la homofobia

Según un estudio del que se hizo eco el diario GayTimes más de la mitad de los gays "straight acting" consideran que los homosexuales 'con pluma' dan una mala imagen del colectivo. Esto abre la brecha de la paradoja, puesto que no se entiende que un colectivo que reza en pro de la libertad excluya en base a unos criterios igual de absurdos que los que utilizaron para discriminarlos antaño. Esto es peligroso en tanto en cuanto abre la puerta a un nuevo tipo de discriminación, palabra que parece inofensiva pero que se ha cobrado la vida de millones de personas. Si no ponemos una rápida solución y hacemos oídos sordos, corremos el riesgo de que esta se haga cada vez más frecuente, imponiendo de nuevo a la sociedad que las personas que se salen de su rol son unas desviadas, en el sentido peyorativo de la palabra.

Para buscar su erradicación no podemos utilizar la fuerza de la imposición de nuestro criterio, sino intentar hacer comprender a aquellos que discriminan que lo que hacen no es otra cosa que homofobia.

Artículos recomendados