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LA FAMILIA

Cómo superar las diferencias con los cuñados

Cómo superar las diferencias con los cuñados
Noelia Rodríguez Alvarez
Última actualización: 8 Diciembre 2019
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Pese a que una relación es cosa de dos, hay que conocer a la familia de tu pareja y tratar de llevarse bien.

A todos nos gusta mantener una buena relación con la familia. Sin embargo, hay ocasiones, circunstancias e incluso personas, que dificultan que esto pueda ser así. De siempre se ha hablado de que las suegras y las nueras se llevan mal. Se entiende, sin embargo, que la relación con los cuñados es de lo más fluida y libre de discusiones por el hecho de que son los hermanos de los maridos o mujeres o la pareja de los hermanos.

El tener intereses en común, edades similares y se consideren como hermanos es lo que los convierte en compañeros de charlas, vacaciones y aliados en cualquier frente común. Pero no siempre es así. No siempre estamos de acuerdo con nuestra pareja o hermanos, así que no es de extrañar que tampoco lo estemos con los cuñados. Pueden surgir discusiones y problemas entre hermanos y cuñados en el seno de una familia.

No siempre se tiene por qué tener buena relación, pero se puede intentar de muchas manerasNo siempre se tiene por qué tener buena relación, pero se puede intentar de muchas maneras

Por el simple hecho de que unas personas sean los hermanos de nuestra pareja no significa que tengamos que tener con ellos gran afinidad, ni siquiera una buena relación. Todas las personas somos diferentes y las hay que son completamente opuestas a otras a las que quieren. Depende de nosotros -y de ellos- trabajar a fin de atajar los problemas en pro de una mejor convivencia y por el bienestar de la familia.

Como comentábamos todos somos diferentes. Unos tenemos unas rarezas y otros otras peculiaridades. Estamos acostumbrados a las de nuestros hermanos. Al fin y al cabo hemos pasado con ellos toda la vida, así que al llegar a la edad adulta estamos más que familiarizados. Sin embargo, es entonces cuando los cuñados entran en la familia.

Dar tiempo a la relación con los cuñados

Ellos no se conocen tanto entre sí, no tienen esa familiaridad ni cotidaneidad. Reconozcámoslo, no todos tenemos el mismo sentido del humor ni a todos nos gustan los mismos chistes. El mito del cuñado que se cree gracioso es una realidad en muchas familias y cuando se es un recién llegado no siempre se lleva bien.

Ha de pasar un tiempo hasta que aprendamos a saber qué bromas hacer delante de los hermanos de nuestra pareja o los maridos de nuestros hermanos. Puede que de primeras la relación con los cuñados no sea de lo más placentera, pero como a casi todo en esta vida, hay que darle tiempo. Y cuidarla. No podemos pretender ser sus amigos nada más conocernos.

No hay que intentar ser íntimos amigos en el primer momentoNo hay que intentar ser íntimos amigos en el primer momento

En los primeros momentos de conocimiento mutuo puede haber discusiones, diferentes puntos de vista o posturas contrapuestas ante determinadas actuaciones que pueden hacer que la relación arranque ya con problemas. ¿Significa que estáis abocados a llevaros mal con los maridos de vuestras hermanas o los hermanos de vuestra pareja? No, siempre se puede reconducir.

Consejos para mejorar la relación con los cuñados

Tras unos primeros encuentros poco amistosos habremos de saber que se pueden reconducir la situación. Al fin y al cabo, somos familia y qué no haría uno por su propia familia. Para ello basta por interesarse por las aficiones de los cuñados. Pregunta a sus mujeres o a sus hermanos. Son los que mejor les conocen y serán nuestra más valiosa fuente de información.

Interésate por sus gustos

Interésate por saber qué le gusta y busca aquello que tengáis en común. Puede que ambos seáis forofos del mismo equipo de fútbol. Los deportes suelen ser un gran nexo de unión, incluso entre aquellas personas que no tienen mucha afinidad. Se aplica a otras aficiones, muchas de las cuales son generalistas. Es el caso del cine, el teatro, la música o la literatura. Podéis ir juntos a ver algún espectáculo o improvisar largas discusiones acerca del último acontecimiento cultural de la ciudad.

Haz cosas que os gusten a ambos

Puede que una relación que no empezó con buen pie acabe con buenos amigos. Si a sus mujeres no les va mucho la cocina y ellos son los que bordan las paellas de los domingos no lo dudes: ahí hay un gran filón para llevarse bien con los cuñados. Si te interesa la cocina ofrécete a ayudarle, pregúntale cómo hacer para que tenga un mejor sabor o cuál es su secreto. Antes de llegar al postre ya lo tendrás en el bolso.

Relación entre hermanos

En ocasiones las relaciones entre los cuñados vienen determinadas por cómo sea la propia relación entre los hermanos. Se puede dar la circunstancia de que al llegar una nueva persona a la familia otros sientan celos o se sientan desplazados y fuera de lugar. Pueden surgir problemas de celos cuando la relación entre hermanos era muy íntima y se sientan protectores frente al nuevo miembro que llega a la familia.

La relación no tiene por qué ser excelente pero sí que seáis amables el uno con el otroLa relación no tiene por qué ser excelente pero sí que seáis amables el uno con el otro

Es habitual cuando son las mujeres las que introducen a su pareja en la familia o entre hermanos gemelos, acostumbrados a compartir muchas cosas. En ese caso hay que trabajar por demostrarles que nadie va a ocupar el lugar de nadie y que todos tienen cabida en la familia. Una cosa son los hermanos y otra los maridos.

Si a pesar de nuestros esfuerzos por mejorar la relación con nuestros cuñados vemos que las cosas no acaban por encajar lo más práctico es hablar con ellos y tratar de averiguar cuál es el problema. Puede haber problemas no latentes que desconozcamos o meros malentendidos que se acaban por solucionar con un poco de paciencia por ambas partes.

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